Hoy, en nuestra serie de entrevistas a antiguos alumnos del Máster en Interpretación de Conferencias de la ULL, entrevistamos a Montse Sardà Esporrín, más conocida como MSEInterpret, antigua alumna de la promoción 2010-2011.
Háblanos de ti como intérprete
Soy intérprete autónoma basada en Barcelona. Trabajo con inglés, alemán y francés como lenguas C y español y catalán como lenguas A. Actualmente, estoy en proceso de añadir el griego moderno. Trabajo en el mercado privado en Cataluña, aunque de vez en cuando surgen oportunidades en otros lares. No me conformo con lo que he aprendido y sigo formándome tanto en interpretación como en otros ámbitos de especialidad. El próximo semestre me licencio en Derecho.
¿Cuándo estudiaste el Máster en Interpretación de Conferencias de la Universidad de La Laguna y cómo fue la experiencia?
Empecé el máster en septiembre de 2010 y terminé en junio de 2011. Tenía claro que quería hacer este máster desde antes de licenciarme, así que para mí fue como alcanzar la meta que me había propuesto. Me permitió aprender mucho y creo que sin el máster, hoy no interpretaría. Me dio una técnica muy buena sobre la que sigo trabajando para mejorar.
¿Qué tal la experiencia de ir a estudiar a Canarias?
Fenomenal. Las Islas Canarias eran totalmente desconocidas para mí. Tuve la gran suerte de poder explorar un poco el archipiélago y descubrir que son islas con una gran personalidad, muy distintas entre ellas y con una naturaleza imponente. Tengo pendientes El Hierro y Fuerteventura. Por otra parte, me encanta el acento canario. Tiene musicalidad y transmite el ritmo isleño.
¿Qué recuerdos tienes del curso, tus compañeros y los profesores? ¿Puedes contarnos alguna anécdota?
El curso me pareció muy completo. Debido a mi combinación, tenía muchas horas de clase e intenté sacarles el máximo partido. Además, las coordinadoras hicieron lo posible por complementar los contenidos del máster con conferencias sobre la profesión, seminarios lingüísticos, cuidado de la voz, simulacros de examen, prácticas de interpretación…
Del profesorado recuerdo su esfuerzo por intentar darnos lo mejor, conscientes de lo que hay en juego para los alumnos. Mi relación con todos ellos fue positiva y cordial. A veces es duro aguantar el tipo para recibir un aluvión de críticas, pero en el fondo sabes que lo hacen por tu propio bien. Y en cuanto a los compañeros, gracias al máster he entablado muy buenas amistades. Anécdotas hay muchas, si bien me acuerdo sobre todo de las tertulias en la cafetería en las que intentamos arreglar el mundo (al menos, el de la interpretación) o cuando nos partíamos de risa escuchando nuestras propias sandeces en la grabadora.
Una vez terminado el Máster en Interpretación de Conferencias de la Universidad de La Laguna ¿cómo fue tu inmersión en el mercado laboral?
A los cuatro días de aprobar el máster me di de alta en autónomos. En retrospectiva, me parece una decisión un tanto atrevida, pero en aquel momento pensé que era lo correcto. Empecé compaginando encargos de traducción con tareas de marketing (preparar un buen currículum, crear una página web, abrir perfiles sociales, contactar con clientes potenciales…) hasta que surgieron las primeras oportunidades. La primera interpretación fue un enlace que me encargó un conocido. La primera simultánea fue por parte de una intérprete a quien no conocía personalmente, y no fue mal la cosa porque me sigue llamando. También me apunté a voluntariados (algunos gracias a excompañeros del máster) y de este modo fui ampliando mi portfolio de interpretación. A partir de ahí, se empieza a entrar en una rueda: a más clientes les parece interesante tu perfil, tienes más contactos, te conocen más intérpretes que pueden tenerte en cuenta cuando necesitan a un compañero… Requiere tiempo y, de hecho, a mí todavía me queda mucho trabajo por delante.
¿Resultó dura la entrada al mercado laboral? ¿Tienes alguna anécdota que quieras compartir?
No niego que el mercado de la interpretación puede llegar a ser hostil, especialmente para los recién titulados, y considerando los tiempos que corren, aún más. Nadie regala nada y cada uno tiene que demostrar su valía, no solo en cabina, sino también como persona. Creo que los intérpretes que entramos hace relativamente poco tenemos un panorama más complejo que años atrás: resulta difícil entrar en las instituciones porque hay menos convocatorias y más candidatos y se exigen unas combinaciones muy específicas. A su vez, en el mercado privado hay bastante competencia y poco espacio para noveles. Las segundas oportunidades son escasas. Pero no es imposible, claro. Hay que ser paciente, saber pedir consejo cuando es necesario y, sobre todo, colaborar con otros compañeros.
En cuanto a las anécdotas, creo que cada interpretación te deja algo para recordar. Me marcó especialmente uno de mis primeros enlaces, una reunión empresarial a dos bandas en la que los interlocutores desconocían completamente el idioma de sus socios. Se trataron ciertos temas peliagudos y se vivieron algunos momentos de tensión. Durante la negociación, los socios discutían entre ellos su próxima intervención, me la comunicaban y yo la transmitía. Hasta que en cierto momento, sus debates internos empezaron a diferir totalmente de aquello que me pedían comunicar. Y era una actitud recíproca. Entonces más que nunca me quedó claro que el lenguaje es un arma y que la información es poder, pues en aquella reunión, la única persona que realmente conoció las intenciones de cada parte fue la intérprete.
¿Qué combinación lingüística tenías cuando te formaste en el MIC de La Laguna y qué combinación tienes en la actualidad?
Mi combinación lingüística no ha cambiado demasiado. Aprobé el MIC con inglés, alemán y francés como lenguas C y el español como lengua A. Actualmente, también trabajo con el catalán como lengua A y he hecho algún pinito con el griego. De momento, no tengo previsto añadir más idiomas, prefiero centrarme en mi combinación actual. Sin embargo, cada vez que voy a un país cuyo idioma no entiendo, me dan ganas de aprenderlo. Por eso no descarto añadir algún idioma más en el futuro, quizás una lengua escandinava.
¿Tienes presencia en las redes sociales? ¿Cómo podemos encontrarte en Twitter?
Sí, tengo un perfil profesional en Facebook y una cuenta en Twitter (mi nombre de usuario es @MSEInterpret). También estoy en LinkedIn, aunque más que una red social, lo utilizo como un currículum en línea. Debo confesar que al principio era un tanto reacia a considerar las redes sociales como una herramienta de marketing, pero hoy en día lo primero que hacen los clientes es googlearte, de modo que si quieres demostrar que eres un profesional en activo, no está de más cuidar un par de perfiles públicos. Todo lo privado va aparte.
Para terminar, ¿algún consejo para jóvenes estudiantes que se planteen estudiar interpretación de conferencias?
Es fundamental que tengan clarísimo que quieren dedicarse a la interpretación. Se trata de una disciplina que requiere una cantidad ingente de trabajo diario por cuenta propia, de modo que antes de montarse en el barco, hay que estar muy seguro. Tampoco deben olvidarse de cuidar su lengua materna, pues es la carta de presentación y la herramienta principal de un intérprete. Y, por último, que disfruten aprendiendo. Recuerdo que en el máster había cierta obsesión con los exámenes, pero no hay que olvidar que estos no son más que una prueba de todo lo que se ha trabajado durante meses y no hay mejor forma de aprender que poniéndole ganas y pasándolo bien.